SOY el adorador de las cosas simples... respeto a la muerte como la solución a muchos problemas... amo a la enfermedad más difundida: la gripa, como síntoma de la enfermedad máxima que es pensar ¿ y si está vida misma fuese la enfermedad y la muerte la cura?... Soy nadaísta por contagio existencial y deliberadamente adopté el oficio de escritor... No sé por qué me inculcaron el terror a la vida y al amor...
No se atrevan, el único milagro que he realizado es pasar por alto mi propia existencia, no predico con el ejemplo sino con la copia, creo en el lenguaje de la risa y el llanto, creo en la provocación perversa del orgasmo y en la luz de una vela y en la oscuridad siniestra entre la cama y el suelo.
Todo lo que rota se ajusta o se afloja el mundo no será la excepción...
Pienso oscuro por dentro... a veces odio los libros que solo sirven para abanicarse en verano y adornar
cisternas de baños públicos...
Con todo soy feliz y más cuando mirando al cielo y casi siempre diciendo:
"Padre...por qué me has abandonado..."