lunes, 31 de octubre de 2011

EGOLATRIA

Comité Experimental



El problema es el otro. No yo. Pero hay que saber cómo mandar a los demás a la mierda. Así sin recores, sin sentimientos de autodestrucción, sin inconformismos ni arrepentimientos. A la sazón soy yo el único que respiro, que vivo, que tripulo esté cuerpo, allá los otros, los que intentan sobrellevar sus deseos. Esos otros que prefieren un color sobre otro, que son absolutos y creen estar haciendo bien las cosas. Y ¡mentiras! son de lejos inconformistas, son perfeccionistas. 

Se presentan con gracia, y se creen los elegidos, los prepotentes, los que saben por lo que vienen, pero por adentro ni se quieren, se anulan, no tienen un espejo, odian las fotografías, sonríen perplejos, quieren imponerse ante los débiles, hablan mal de ellos y de los otros, y cuando caen se replican y se castigan.

Eso, agonizan y ni se conocen. Destruyen el tú para tener identidad, nunca hablan bien de alguien, siguen con la manía de ocultar su imbécil insuficiencia con un dolor de cabeza. Tienen el tiempo contado para todo, y ni el agua es tan cristalina como ellos, se acuerdan tarde de vivir, viven por otros.

Jean Paul Sartre en su obra sobre el ser y la nada habla de esto, de cuán terrible es apegarse tanto al ego para justificar "ser" y lo difícil de aceptar el "no-ser" ó que es lo mismo la nada. No estaría de más plantearse la duda de que si uno "es" sin los demás y viceversa.