domingo, 16 de octubre de 2011

TRATADO DE LIBRE COMERCIO (TLC)

Por: César Vélez




Al parecer Colombia se alzó la bata sin tener calzones, y afectados los de siempre los pobres, el rebaño del Mesías que claman justicia y terminan crucificados. Supongo sera igual comérse un pollo gringo que uno local, vender al país es fácil, difícil es volverlo a comprar, vos te acordas Tapita cómo trataban los representantes de la autoridad a los contrabandistas, cómo una ley plasmada en un pedazo de papel importaba más que una vida, que mil vidas, y todo por tratar de pasar de un lado a otro una lata de atún que en un lado tiene subsidio del gobierno y cuesta menos y en cambio en el otro lado vale tres veces más. 

Pero ahora no se trata de pasar un puente, se trata de ir en avión, en aviones y digo ¿quién va en aviones?, pues los que tienen y llevarán lo que ellos escojan y traéran lo que les convenga (ójala no nuevos vicios), y no me duele mucho el productor Colombiano afectado, al fin de cuentas será cuestión de tiempo para que entienda que sus productos no pueden competir y se resignará como siempre a su suerte, me molesta eso sí que los gringos vean al sur como un territorio aplacado, rendido, y dispuesto a ser explotado en toda su dimensión.

Por iniciativa del Fondo Monetario Internacional, tanto la educación como la salud pública están por desaparecer en Colombia, los créditos de vivienda, educativos y supuestos auxilios se están devolviendo a un interés alto, aquí la democracia sirve de adorno y decir la verdad no es que sirva de mucho... esto continuará.