viernes, 7 de octubre de 2011

UN MEDICO SANO

Por: Juan
Comité Experimental


López cristiano de afición. Visitador médico y Médico sin licencia, pregona un don magnífico para oler negocios y mujeres sin programa. Por ejemplo el otro día creyéndose un abogado casi hace condenar a la pena de muerte a un difunto. Pero tiene el carisma propio de su clase, su semblante de político engaña a tal punto que algún día aparecera trabajando en un cargo burocrático. Es tan de buenas que comiéndose una arepa se encuentra una sortija de oro con la que compra una moto y tan de malas que manéjandola se estrella con un poste, hoy en día está usando un corrector de postura y gafas por si otro poste.

Pero es de suerte para el amor, está casado con una Azafata parecida a la mujer maravilla, sí, pues da vueltas por el mundo y cuando vuelve es otra mujer. Me la encontré un día y aproveche para preguntarle por mi amigo López y ella presuntuosa me dijo que andaba por el extranjero, ah! bien quizá lo extraditaron le dije.

Usted comprenderá que uno tiene su envidia, uno estudia once añitos en la elemental y cinco de carrera universitaria, para que venga alguien más avión que uno y se haga pasar por el papá de los pollitos y se apropie del dolor ajeno, solo porque el honoris causa lo quiere así, no es justo. López lleva sangre del continente más antiguo y luce acomplejado por el síndorme del abuelo, pues más de una vez se lo ha visto en las sillas de los parques meciendo en sus rodillas a jovencitas que bien pudieran ser sus hijas ó nietas por esa perversión fue a parar de patitas a la cárcel y dicen que cuando allá llegó iba muy honorable de saco y corbata saludando de mano a los hombres y de abrazo y beso a las mujeres.

Pero salió rápido pues su mujer maravilla estudio Derecho en los aires y lo fue a recoger a la cárcel con esa maletica que usan las sobrecargos muy elemental y con tiraderas. Estuve alli como idiota soñando con el uniforme de Azafata colgado en mi persiana y la susodicha como que leyendo mis pensamientos hizo una cara al verme entre ansias y encanto... la próxima vez que la mire me le insinúo con un susurro a la altura del ombligo... perdón López solo bromeo todo bien.