lunes, 13 de febrero de 2012

BRUMA

Por V.




A mi amigo el Cabo de las Estrellas...a donde se encuentre.


Le repito Sr. que soy inocente, que los culpables son mis mayores, que yo solo escribo como pienso y eso que ni habló, y siempre me están acusando de ser callado, de tratar de estar solo y de escribir a cada momento, si gusta acuséme de eso pero no diga que soy culpable... El Sr. mira de nuevo mis documentos y cuando está dispuesto a emitir la orden de arresto encuentra entre mis papeles una tarjetica que le llama la atención, luego me interroga... Si Sr. yo soy amigo del que usted dice, por lo que sé, él salió del país pero yo le asistí en momentos difíciles como cuando su mamá se puso muy enferma ó cuando se quedó lo más de solo ó cuando esa mujer le rompió el corazón, ni decir cuando estuvo muy enfermo ó cuando necesito de un favor económico, él puede abogar por mí y quizá decirle que solo soy un escritor, que sobrevivo con lo indispensable, que no tengo un hogar, que me he quedado en el vacío inmenso del universo, que puede ser que sea solo un loco... El Sr. entonces olvida todo, sonrie por primera vez y me llama "amigo" me entrega su tarjeta de todas maneras no sé sabe cuando la ley volverá a solicitarme por pensar distinto de los demás...