Por V.
A la poesía hoy no se le valora como antes, la tecnología de las comunicaciones rompió toda distancia y discrimino la palabra escrita. Antes el novio le entregaba a su novia un mensaje escrito y ella lo conservaba como un tesoro, lo leía, lo exploraba, se sumergía en su esencia, en su forma de expresión, en su color, en su agrado, hoy en día al parecer no se tiene consideración por el texto, la novia no mira el papel con agrado, le cansa leer, le aburre pensar y decifrar mensajes en clave. Así causa desconcierto escribir para seres necios que no sienten, que todo lo vuelven contemplación y arraigo, que no se extrañan, que se miden por el tamaño de sus bolsos y bolsillos. Se ha perdido el respeto por el sentimiento plasmado en el papel quizá se crea que como el papel aguanta todo también puede soportar una mentira, y sin embargo el papel y la poesía siguen allí sumergidas en un contrato de matrimonio, en una declaración romántica en un discurso ó en la palabrería de la noche de bodas, en fin las canciones son primero poemas, las palabras de agradecimiento pueden ser versos y la expresión de sentimientos perdurará entonces.