miércoles, 7 de marzo de 2012

TIERRA

Por V.



"No aspiro a otros mundos ni a otros cielos. Me basta la porción de maravillas que me asignó la Vida: un lecho para soñar, un cuerpo para amar, un corazón para creer, dos manos para bendecir y crear de la nada el infinito".
Gonzalo Arango



Qué serán de aquellos cielos que tantas veces pasaron por nuestras cabezas, cielos a los que queremos retornar sin morirnos, solo ascender como nubes, como almohadas livianas, y luego pensar que todo cuanto hicimos valio la pena y alguien lo valora. Sé de nuestra incapacidad para hacer que las cosas vuelvan a ser lo que antes, pero por lo menos nos queda el recuerdo, esté es el tren de la vida y recordar a veces es retroceder y encontrar que el destino está muy cerca de donde partimos.