miércoles, 22 de agosto de 2012

PARTO ASISTIDO Y OTROS NACIMIENTOS








Cuatro partos, dos por césarea y en la cabeza la idea de no tener más. Pero la carne es débil. Asi que para mi último parto con dolor o si él me asisto de sendas terapias de respiración y relajación para mejorar la motricidad del bebé a la hora de salir de entre mi cuerpo. Pero a mi actual pareja se le metió que el método más práctico era traer al bebé asistida por una partera. Y si yo contemplé alguna vez la posibilidad del agua, él se casó con que no habia necesidad de un parto común. Previos exámenes médicos consultó los riesgos y como en mente tengo que sera el último embarazo que afronto en la vida me arriesgo y sigo la idea de mi querido. Llegó el día y la famosa señora partera estaba allí con sus manos sépticas y una sonrisa de oreja a oreja, quise preguntarle respecto a cuántos partos asistió pero se me adelanto con la prédica que ella ni siquiera era madre (a su avanzada edad) y que había perdido la cuenta de los partos a los que asistió. Por desconfianza antes que otra cosa dejé el télefono a mi alcance y luego si el delirio comenzó; decir que estuve varias veces a punto de marcar el número del hospital porque la señora partera todo el tiempo sonreía y con su semblante de orgullosa no-madre parecía sentirse orgullosa "respire, respire, asi no; míreme asi shs,shs,shs,shs...". Ahora que veo a mi último hijo soy consciente que nació también en mí el respeto por esas personas que ayudan a traer hijos al mundo sin la necesidad de medicamentos, ni artes artificiales, tanto gusto me dió eso que de repente me apunto a ser mamá por quinta vez, amanecera y...