miércoles, 18 de junio de 2014

Los Otros Santos

Por Antonio Carvajal

Hay droga para todo mal y Santo para todo padecimiento.

El desamor llega en algún momento, lo que ha unido Dios que no lo separe el hombre, pero los Abogados insisten en que el matrimonio es solo un contrato, y como el papel aguanta todo, la pareja acude a los Santos, y pronto estará la competencia abierta a ver cual de los hoy separados vuelve a casarse de nuevo. Dios compite con sus séquitos de ángeles y demonios, con imágenes emotivas, que unos y otros cuelgan por aquí y allá, los ponen de cabeza, les ungen con aceites y los velas y les aplican oraciones místicas al borde de la magia, les adoran sin saber que hicieron en vida y les admiran. Hay Santos como estrellas y adorarlos no es ilícito, es más bien testimonio de que Dios otorga el poder al humano para vencer a pesar de la adversidad.