domingo, 1 de junio de 2014

Que le importa al mundo mi problema

Por Antonio Carvajal

Mi misión fue dejar de verme a mi mismo y ver al horizonte, dejar de ser egoísta y en lugar de rogar mejor escoger la acción, orar y accionar. Dejé el hábito, seguí al Señor y esto me convirtió en pescador, miles de voces entones se alzaron sindicando al "Diablo" de ser el instigador, quizá así lo señale la Biblia, y por una mujer caí en tentación, el hambre de la carne, la hambruna y el deseo, el origen del placer y hacer moralmente lo que parecía mejor: crear descendencia. Los hijos son un pedacito de inmortalidad ganada, por eso apadrine muchos hijos y el problema fundamental aquí no son las diferencias económicas y políticas, no, es la indiferencia con que unos y otros nos miramos. Aún hay quienes tienen todo y se creen pobres, y quienes estando rodeados por un sin fin de almas piadosas se sienten solos.