viernes, 3 de octubre de 2014

PANTALLA GRANDE Y REALIDAD

POR MARYORI ZUMA

La conjuntivitis, la escena lacrimógena, la sustancia de acción y el ocaso de la trama, nadie esperaba ese final, o a lo mejor si, la vida es tan frágil que hay que inventar que los héroes no envejecen, que las mujeres son todas bellas y permitidas, que los hijos no cuestan nada, y que no hay que ir al baño. ¿Te has dado cuenta?. La realidad se olvida que ellos son personas de carne y hueso adiestrados en el engaño, y algo peor es que quien los hace famosos es el público. El cine tiene ese ingrediente, el doblaje para el riesgo, la redundancia para los movimientos y el humor excelso, en tu caso solo tienes una vida y una posibilidad, si lo imitas quizá duela.