domingo, 26 de enero de 2014

Juglares modernos

Por XervanteX

No tuve salvación, me perdí. En el sopor de este calor que quema, en tu mirada dispersa. No hay otra verdad más que yo mismo. Imploro, perdono, no dimito pero aplaco la letra que quiere salir eyaculada y preñar tu alma inmaculada, frenesí superior, no hay culpa, solo obediencia, estamos para lo que estamos, nada más. Perdemos la noción realista, ganamos tiempo y el tiempo termina por asesinarnos. No hay remedio, sino el pensamiento que se ensarta, maltrecho, los cabellos nacen de afuera y se incrustan en la cabeza, igual las ideas, tácitas que claman: tas,tas,tas. Siento miedo y vergüenza, haber tenido toda la vida y no haber realizado nada, haber podido siquiera coleccionarlo todo y hoy venderlo caro y no haber siquiera atesorado ni un recuerdo, mi lápida dirá seguramente: no merecía vivir pero lo trajeron.