Hallar el principio nos puede dar idea del fin.
Nos gusta comparar variables, tener consideración por cualidades, ejecutar fórmulas, hacer cálculos, gestionar mitos y hacer versiones de un caso.
Pero y si la muerte y aún el comienzo de la vida no es como lo habíamos precisado y ni siquiera puede haberse aproximado a ninguna teoría proferida por el ser humano, y es que todo lo que existe ha sido nombrado y dispuesto para su conocimiento por nosotros mismos, hemos bautizado al solo como sol, la luna como luna, y a la misma vida como vida.
Debe ser desconcertante encontrar que solo existe una expresión para marcarlo todo: "nada"