Si no hay un origen tampoco habrá un fin.
Y quizá también sea del modo contrario. el hecho es que intentamos mediante la ciencia hallar la fuente desde la cual brota la vida y desde dónde viene la enfermedad y desde dónde es que comienza en realidad el dolor.
Intentamos matizar en físico la causa con el pretexto perfecto de que al tener el comienzo del hilo lo podremos seguir y descubrir más.
Creo que elegimos el hilo equivocado.
Comenzar suele ser tan difícil como terminar. Ambos son extremos de los cuales los que estamos aquí sabemos poco, el pretexto para continuar es lógico, cosas materiales, personales o que nunca permiten nuestra trascendencia: casa, autos, hijos, miedo.
Los unos investigan con microscopios y los otros con telescopios.