Por Aleyda Escobar
Estamos en concordancia con nuestros sentidos, y escasamente pensamos, solo sentimos: dolor.
EL AVIADOR: "Tengo frío de verdad y eso que he ido al polo norte"
TIMOTY: "¡Ja! eso es que hace falta un trago, vamos a ese grill"
Entran a un sitio oscuro, se ven sombras que deambulan extrañas al comportamiento humano, o están borrachos o es que se han colocado consumiendo droga.
EL AVIADOR: "Las mujeres parecen dispuestas"
TIMOTY: "Los hombres no se quedan atrás"
EL AVIADOR: "¿Y la música?, están sordos y ciegos, yo no veo nada"
TIMOTY: (Al Dependiente) "Señor le sube a la música"
Pero el tipo parece ser un espectro solo se queda mirando al fondo donde las parejas bailan en un vaivén cómico, las chicas vacilan, están dopadas y sus fachas van cayendo y se van desnudando de a poco, los hombres no son conscientes del espectáculo.
EL AVIADOR: "Esto tiene forma de convertirse o en una pelea o en una orgía"
TIMOTY: "Prefiero lo segundo"
A falta de luz y sonido las siluetas se estrellan una a otras y se excusan con premeditación, no se sabe cuál es la entrada y dónde esta la salida, de repente el amanecer destella y hay cuerpos translucidos, llenos de ese misterio que es la vida y ese despertar que es la muerte.