Por Yadira Ruíz
Yo tengo mi lado.
Mi ombligo anudado ¿Por qué no anudaron lo de más abajo?, una serpiente será mi voraz verdugo, entrará miles de veces a inyectar veneno en mi vientre, pondrá sus huevecillos, y la que pariré soy yo. La manzana y la serpiente acabaron con el paraíso, y a Dios le quedo irse a fundar paraísos a otras partes, porque aquí cada quien propone su infierno.