Me reconforta la versión del mundo que nos toca vivir, un mundo
terrible y hermoso, un tiempo en que los Profetas son vagos pero sabios, en que
el que tiene dinero disfruta de la vida: se viste bien, tiene auto, va a donde
quiere y no se preocupa por el prójimo. El que no tiene dinero sufre por
conseguirlo, ¿acaso han visto en internet la lista de donadores de órganos?
Quisiera creer que esto es una fantasía ó que luego de morir descubriré que ha
sido una cámara escondida. El misterio me hace seguir aquí pendiente de un
final que solo yo conozco. Por lo menos tendremos un espacio para guardar
nuestro cuerpo inerte y una placa como epitafio que diga "estuvo vivo
hasta que se murió", quizá la resurrección pueda otorgarnos una lápida que
diga lo contrario.