AQUI EN COLOMBIA si algo prospera es la deshonestidad, asunto grave, la gente anda inventándose rifas y concursos y desastres por doquier "que soy desplazado con cuatro hijos", "que mi hija esta en el hospital", "que soy un fracasado", y pide por qué si y por qué no. Soy aportante de una fundación XY en la que se hizo preciso delegar la administración a una persona extranjera porque "el personal citadino" se robaba la platica de los aportes. Hasta donde llegará nuestra reputación. Prefiero al próximo mendigo ofrecerle un caramelo ó algo de comer, bien o mal en el paraiso donde vivio el "pordiosero promedio " apenas recibe sus monedas busca el vicio.
Felizmente el otro día hablé con un taxista aterrizado que me sorprendió con una visión clara y plena de la vida y del mundo, de tal forma que me dije para mí mismo que la hegemonía de los partidos, de las clases y de los estados "soberanos" se ha terminado, aquí ya hay gente que sabe por donde repunta el iceberg, felizmente estoy tan pobre y desesperado que ando con los bolsillos rotos. Bien dicen que la ambición al final siempre rompe el saco.