LA ELEJÍA a un ser de otro mundo que vio a cada paso en la vida la tragedia, que contrasto la muerte con la felicidad única y placentera, el crimen máximo es el nacer, la vida es una enfermedad cuya cura es la muerte, y no es por "viejo" ó condenado, es por el simple hecho de que la vida es un contraste de sinsabores y placeres que nos dominan, fue el Sabio Socrátes quien alabó su destino tomó la cicúta y se fue al papayo donde todo muerto muerto está. Ciorán tomo el cianuro de la literatura, forma que considero "cruel" porque es como tratar de suicidarse con un pensamiento, envenenado, aniquilado. La ciencia de la aniquilación absoluta, el vacio existencial, felizmente Ciorán fue literato y no químico y para suerte no conocio jarábe más delicioso y venturoso que el cianuro, cosa que para nosotros resulta cómodo y accesible y que espero no sea necesario echar algún día mano.