lunes, 28 de septiembre de 2015

UNA MALA NOTICIA PARA TODOS

Por Charlie Brown

"En homenaje al lanchero del Magdalena apodado como el libélula"

Siendo que la existencia es pura perorata sin acorde ni sentido y obsesión de un Dios siniestro sino pataleta hormonal de célibes señoritas que se quieren estrenar como mujeres para darle celos a otras mujeres, nadie precisa que al final del camino hay una cascada.

ALEXIS. - Yo mande al carajo todo y me hice adepto a pintar murales aunque los necios los confunden con graffitis.

CÉSAR: Pues mira bien lo que pintas porque el otro día por ejemplo se me hizo la imagen de un hombre masturbándose sobre una toalla higiénica femenina ... y esa vaina para qué?...

ALEXIS. - Noooo... era la imagen de un hombre hincado ante el manto sagrado...

CÉSAR: Naaaá... vos es que sos pervertido y querías transmitir una idea siniestra, te imaginas si una mujer se pone esa toalla sobre su cosa... pues que los espermatozoides son trepadores y ¡zas! nueve meses después el milagro...

ALEXIS. - Con qué clase de depravado es que me junto, si uno quiere expresar un bonito mensaje pero los otros lo mal entienden, no es mi culpa que al dibujarte me salga con cara de pene...

CÉSAR: Ahora si te pasaste (esgrime sus puños arrugados) 

Los chicos se trenzan en una batalla fingida de golpes y empujones que los curiosos afanan a degustar y en masa se estrechan sobre el improvisado sitio del combate mientras una alma de Dios apodado "La libélula" va de lado a lado extrayendo la billetera de los caballeros y las joyas de las damas.

Al final los actores del delito se reúnen a distribuir su botín y parten a comprarse cosas que no sirven para nada pero quitan la necedad de tener "para nada" para igual el día de mañana morirse.