Un día desapareció a toda velocidad,
nadie supo dar razón de a dónde fue,
fue un hermano un hijo ejemplar,
su vida se desvaneció, vivió a mil,
conoció a mil, ya no le lloro yo
porque sé que a donde quiera que este
va a seguir siendo mi hermano aún hoy.
Perdón si lloro un poco.
Voy a tratar de dar la vida por alguien
que valga la pena,
para remediar mi pecado
y terminar salvado.
Dudo de todo hasta de la libertad,
si estamos encerrados es preciso salir,
aún si eso nos cuesta la vida.