martes, 16 de noviembre de 2010

DEBEMOS SALVAR AL PAIS CON MAQUINAS DE ESCRIBIR ROBADAS: DARIO LEMOS



(1942 - 1987 )

La historia del Nadaísmo se escribe con "D" de Darío, porque el hombre no tiene más que su tierra, su vida, y la muerte y quizá sus dos pies si no es que una silla de ruedas que no conducen a ninguna parte, ya nos darán la razón los espectros de la nada.
Aquí uno de nuestros espectros más querido:

Yo soy de nombre y apellido dariolemos. Todo el mundo cree que dice una gran verdad cuando declara que existe. Yo digo para contrariar la verdad que yo no existo. Mido 1,76 en verano y 1,78 en invierno. Soy la dimensión de las estaciones. A veces, cuando no tengo que pensar, mido por kilómetros la angustia y la inutilidad de vivir.
Visto simplemente, sin exageraciones, con un formidable desdén por la moda. Tengo chaqueta de aviador que nunca estuvo en la guerra.
Vivo de la poesía, o mejor, la poesía vive de mi. Nunca tengo dinero, ni me interesa. Tengo en cambio abundantes amigos que pagan por mí en tributo a mi genio y a la amistad que les concedo por minutos, pues nadie es digno de mi compañía.
Las mujeres se derriten de deseos bajo este sol tropical, porque yo cobro las miradas y los besos a precios muy altos y generalmente en dólares.
¿Qué más puedo decir de un poeta excepcional como yo?
Bailo rock and roll cuando la marihuana relaja mis músculos… De noche, cuando la ciudad duerme, me provoca asaltar a los ciudadanos, abofetearlos y gritarles que van a morir que desocupen la soledad, esos dominios de la poesía en los que me paseo como un emperador.
En síntesis, soy un poeta sin antecedentes, y no dejaré sucesores. Conmigo nace y muere la poesía. No diré otras cosas porque no duermo esta noche.
¡Ah, se me olvidaba decir que no amo a nadie, y que nada me interesa!