Un día cualquiera me ataca una
revelación: eres el hijo de alguien más. Sucedió que mi papá era alto, no,
altísimo y pare de contar. Así es como di con la idea de escribir la historia
de mi vida recién al comienzo, pero como mi vida es tan corta y tan simple
preferí redactar la vida de aquellos personajes mágicos que tropezaron conmigo
en este sendero que es la vida, bien rindiéndoles homenaje, bien contando sus
aventuras. Les dejo aquí el epílogo de la historia que es también el comienzo
de un regreso inusitado, a lo que soy ó fui:
A mí voluntaria soledad...
Estas historias clandestinas
que se extrajeron de las
profundidades humanas
revelan la existencia de otras
posibilidades,
dicen que nunca sufriremos suficiente
como para
entender el sufrimiento ajeno.
Cada paso es particular
pero es el testimonio de vida
y de lucha que aún subsiste.
Me disculpan sus actores por
maniobrar así,
ocultando nombres reales y
distorsionando
algunos eventos, pero creo es
comprensible
hay que guardar, reservar algo
para nosotros.
A esos actores
les digo que esto queda marcado con puntos
suspensivos
porque falta la mejor parte
ó quizá la peor.
Acabo de recibir una llamada, me
dicen que el Paisa Vélez
esta desaparecido, que Cé-Cé
está deprimido,
que lo mejor sea que yo huya "me
pierda" ó
llamé al Turco para que me venda un
arma. Con voz segura
y digna digo como aquel Ex presidente
"aquí estoy y aquí me quedo"
y despido la llamada
con una sonrisa, como si presintiera
que
todo fuese a acabar bien. Amén.
25 de septiembre de 2008.