Habráse visto que cada vez la gente es más joven. Mentimos. Y es porque queremos decir que a la universidad están entrando a más corta edad, tanto que se precisa en los profesores la alerta de que pueden haber toda clase de desmanes. Haciendo acopio de la paciencia los universitarios están compartiendo nociones prácticas que a su propósito intelectual poco o nada tienen que ver, es por eso que las profesiones subyacen como severos títulos enmarcados y utilizados en su mayoría para causar envidia al vecino ó sustraerse a un terreno más alto que los otros. Valoramos el esmero de los jóvenes ante ese nuevo escenario, con tal que dejen sus niñerias y cuentos de amor y felicidad presumimos todo irá bien.