Famosos se vuelven quienes le aciertan a alguna treta del destino y pasan por magos, adivinos ó estafadores del futuro, la mayoría de veces resulta que son jugadores y arriesgan su criterio a costa de un frenesí de suerte. Hay devotos de la santería para lograr supuestos beneficios aunque no hemos conocido aún la devoción de un mago por haberse hecho rico a costa de su poder, ni adivino que salga millonario en la loteria, le apostamos con crédito a que a la gente que dedica su energía a hacer daño a otros se les devolvera el mal a ellos y con creces. Tampoco el mundo puede durar para siempre y algún día en menos de lo que dura un parpadeo nos postularemos a ser escombros, en este milísegundo acuérdense que se los advertí.