Por Cielo Montealegre
Pedacitos de mi corazón al piso,
y mis lágrimas al cielo,
yo no tengo tristeza,
tengo es extrañeza,
de no saber qué hacer
contigo y sin ti,
ese es el sabor de la vida,
aprender a abandonar,
a desprenderte,
a volar del nido,
y comenzar a explorar,
hay otros hermosos horizontes.