Por Cielo Montealegre
Jugué a esto y ahora solo queda:
arrepentimiento.
Nada me perturba estoy sola:
aprenderé a vivir.
Nadie me dijo que dolía:
no hay remedio soportaré.
Y cerré la puerta sin darme
cuenta que él estaba del otro lado,
Así es el amor y yo su víctima.