miércoles, 7 de octubre de 2020

Nacimos huérfanos y somos los que más tenemos hermanos, el alma de la fiesta no es el licor es el solitario

La Otra Clase

El sexo clandestino en la noche, el crimen a pleno día. 
Emilio Suárez

Nuestros papitos nos abandonaron, se guardaron su herencia en los pantalones y siguieron haciendo de las suyas.

Nuestros hermanos fueron los de la calle, los que no tenían ni madre, solo perros.

Allá aprendimos el correcto modo.

A envidiar al niño bueno que tiene todo.

Y nos pusimos la corbata para pasar en el club.

Vimos a la opulencia tirar la comida.

Vimos a las doncellas hacer mala cara con la pornografía y buena con sus sexos antojados.

Y en sus lustrosos autos imponer su don de personas de hábitos y buenos modales.

Nos perneamos a sus fiestas y vimos como alimentaban su orgullo al demostrarle lo que poseían a los demás, mientras nosotros orinábamos sus postres y escupíamos en su caviar.