Nuestros sistemas corporales internos luchan contra organismos que quieren a toda costa invadir el cuerpo y producir un malestar, una enfermedad. La vida misma se arriesga a cada instante porque el organismo en el embate ataca sus propios sistemas, y las fallas se presentan.
La vida es una permanente lucha, la muerte es un descanso,
En la ironía de que la muerte de unos seres es necesaria para la vida de otros, descansa la doctrina del ciclo que para la vida es necesaria la muerte de otros seres. La compensación del ciclo se viene realizando en el mundo por un sistema enigmático que a veces desencadena su furia usando los fenómenos naturales y en otras ocasiones actúa una especie de karma para equilibra las cosas.