jueves, 16 de junio de 2011

ATREVERSE A CRECER POR YANIA SALAZAR

El llamado Síndrome de Peter Pan en la actualidad se define como a aquel trastorno en el que la persona no puede dejar de ser hijo para convertise en padre, como se evidencia supera el concepto antiguo que designaba a un adulto que no quiere aceptar su naturaleza y se comporta como niño. Pasó de ser un problema del individuo como tal a convertirse en un problema de pareja. La inmadurez reinante en medio de este trastorno causa inseguridad afectiva y repercute no solo en las relaciones personales si no también laborales.

De forma singular el trastorno conocido como Síndrome de Wendy en donde la mujer trata de controlar la vida de su pareja sin asimilar su propia vida es también objeto de estudio por cuanto en cualquiera de los síndromes descritos la persona es incapaz de tomar decisiones a largo plazo, se escudan en prototipos cerrazónicos y son incapaces de tomar  la iniciativa, buscan la culpabilidad de todo lo que ocurre a su alrededor en los demás, no proponen soluciones y se hallan arraigados a su realidad.

¿Eres un Peter Pan? Si necesitas que alguien te cuide; pides, recibes y criticas; no te comprometes ni arriesgas ante algún reto; no te crees responsable de tus emociones; eres egoísta, estás centrado en tu trabajo, emociones y necesidades; te enojas contigo y te reprochas el por qué nadie hace nada por tí.

¿Eres una Wendy? si crees que el amor es sacrificio y resiganción; te vives excusando contigo mismo(a); te identificas con lo que tienes o estudias; resuelves conflictos otorgando la razón a si esta no sea justa; todo lo que te parece noble y por debajo de ti lo llamas "pobrecillo"; te haces cargo de todo y no dejas a nadie ocupar tu lugar; eres sobreprotector(a).
La solución: 
* Aprende a tolerar las frustraciones sin hacerte la víctima
* Preocúpate por las personas que amas
* Entiende que al tomar una decisión siempre hay desventajas que asumir,
* Somos responsables de nuestras propias emociones, nadie puede vivir por tí,
* Nadie nace con la obligación de servirte ni admirarte
* No pidas aquello que no eres capaz de dar
* Tu vida solo te pertenece a tí
* Cultiva una vida espirítual plena