No importa... y si importa no importa. Odio a Botero.
El desacato absoluto a la lógica, la entrega al desenfreno y al azar. La pulga y el piojo que saltan y no saben donde van a caer, los humanos que estudian se especializan y solo saben que van a morir. La rana que cruje y la que no, aquel que viste de etiqueta y nada sabe y sin embargo trabaja, el polvo que se levanta más temprano que tú, el licor que se evapora de tu piel intoxicada, la bulimia, la anorexia, la psícosis, la mitosis, la belleza, la flaqueza, la esbeltez, NADA importan.
Mi Doctora dice que hay que lograr un equilibrio, cuidarse de los -ismos: Nadaismos, no-importismos, existencialismos. Al extremo todo parece malo y por tanto corrosivo, desgastante, pero es bonito cuando tienes razón, cuando haces el bien y no te importa el pago ó retribución, cuando suceden cosas que habías profetizado, y aún cuando y a pesar de lo que eres y tienes no importa.
En cierta forma luego de cien años nadie te recordará, ni nada tuyo quedará aquí... así que procura disfrutar el momento.