Realicé un trabajo respecto a la Psicología Afectiva cuyo título deslumbro al tutor "la mujer versus el horno microondas" el contenido de este trabajo aún va más allá del sentido de su título ya que maneja diversas consideraciones elementales a la hora de tomar la decisión de casarse o en un término más correcto "contraer matrimonio".
Bueno, pues descresto como no me imaginé a los que leyeron el trabajo tanto que solicitaron lo sustentará, mi temor era que en medio de la exposición me acribillarán con algún comentario en pro o en contra al tema, así que tomando el sartén por el mango el día de la exposición en la primera fila ubicaría a nada menos que una pareja que llevaba cuarenta años de matrimonio. La estrategia consistía en contar con la apreciación de una autoridad en la materia, desde luego pensé en invitar a una pareja de divorciados pero quién es capaz de unir lo que ya se ha separado, preparé también un material en diapositivas y algunas carteleras.
Llegó el día señalado y con el auditorio a reventar gracias a la publicidad de boca en boca que sarcásticamente rezaba o blasfemaba "la chica que compara a la mujer con un horno microondas" con los nervios a flor de piel pero firme en mi propósito comencé a hablar mientras las diapositivas iban pasando como los minutos y pronto como respiré al haber terminado de exponer y solicité respetuosamente si había alguna pregunta levantar la mano, entre la luz del auditorio se alzaron un centenar de brazos... continuará...