"La vida es tan corta y el oficio de vivir tan díficil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morírse"
Ernesto Sábato (1911-2011)
Me trae al recuerdo sobre alguna vez que hablé con mi amigo César y le comenté sobre la muerte del Maestro Mario Benedetti me miró entre asombrado y perplejo atacándome con una soberbia idea: - y dirás que aún vivía! - Pero claro que hay que estar vivo para morir, decir que fuí devoto de la literatura de Sábato sería mentir pero reconozco en su estilo grandes dotes propios de la literatura Argentina, En su obra magistral el túnel donde en un sentido drámatico y poco convencional expresa el encierro mental de un ser, haciéndo uso del prototipo del amor extremista y aferrado hasta la muerte. El elemento siempre reinante en la literatura de Sábato enfrenta al ser ante la duda y el caos, elimina sus complejos, lo extrapola de la realidad y le autoriza a hacer lo que desea con un sentido obsesivo pero justo.
Ya nada se puede hacer por los muertos...quizá como escritores que somos en cada libro deberíamos poner en un rincón la leyenda eterna "este es el último libro que escribo".