Me ofrecieron un ron
un balazo
y una mujer.
Me negué.
Gonzalo Arango
Siendo que el Monje Loco Elmo Valencia un día también lo descubrió compartó junto con él la dicha de decir que la mitad viene siendo el núcleo de todo, que lo de uno vale tanto como lo de otro, que mientras tengamos la fortuna de estar aquí y figurar como una presencia estamos ya salvados. No hay algo más solitario que un ombligo, no hay algo tan anudado al estigma de derivarse de.
Sabes un día estuve tan cerca de tu ombligo que hasta me pareció que decifraba su contexto y entonces me dije que valía la pena traerle compañia a tu ombligo y acerqué mi ombligo al tuyo y fuímos felices. Ahhhh! algunos olvidan su núcleo, otros parecen traidos al mundo por una cigüeña o nacidos de un repollo, nunca aspiran sino a completar el "tetris" social con sus existencias.
Esta tarde, esta noche cuando estén solos en su cuarto frente a un espejo levanten sus ropas y contemplen el espectáculo de la gloria, la inmensidad del cielo, el sabor del paraíso... ese ombligo que los unió durante un tiempo a sus madres y que luego los dejó libres para siempre.