Por: Nadaísmo y Punto
Por estar buscando en el cielo alguna señal nos perdimos lo que sucedió acá en la tierra.
El treceavo hijo de una familia convertido en Profeta y no por vestirse de luto, ni decir que es el enviado de la nada, porque quizá Jesús vino también como Profeta y al ver que la gente no le creía se inventó a Dios como una mamá le inventa "el cocó" a su hijo que no quiere tomarse la sopa. El oficio de vivir lo adquirimos todos, pero el acto esperanzador de hacer de la existencia un propósito lo hacen pocos. Ese Profeta fue bautizado como Gonzalo Adolfo Arango Arias natural de Andes Antioquia y muy pronto perpetró el crimen más perfecto que es retar a la autoridad, dice en sus palabras que se enamoró con tan solo cinco añitos de una monjita y dice que perdió la virginidad intelectual con un libro prohibido en el infierno de la Biblioteca. Esto es de no creer viene a nacer un Poeta en donde más se muere por la violencia ó por esa manía de envejecer haciéndo lo que todos venimos a hacer de esté lado: N-A-D-A.