Por: Nadaísmo y Punto
Añora los vicios buenos.
Es cierto algunos de nuestros poetas escriben dopados por la mariguana, otros escriben montados en alguna mujer y los que no tienen mujer escriben desnudos. No sé qué se puede esperar de tanta desgracia acaso ¿alguna buena noticia?, yo escribo de memoria lo que me dicta una voz que no es mía es ajena como la enfermedad esquizofrénica que padezco, les juro que muy pronto me tomaré la prueba del SI y la del DA. Me preocupa el contagio por andar no en lo que se imaginan, y si enredado entre lápices filosos como agujas. Las píldoras amarillas ruedan por mi escritorio y en mi cama respira dificílmente una doncella que hace del apetito sexual la culpa de su obesidad. No culpo a nadie de esta adicción, solo evocó la simpleza con que la vida se termina a veces. He decidido irme de aquí también un 25 de septiembre a las 11:30 am como se fué el Profeta al que sigo.