Por. Nadaísmo y Punto
Alguien puso a rodar la bola.
La poesía no sobrevivió a la hecatombe luego solo nos quedaron briznas de lo que fue y ya no pudo ser. Será a raíz de que se ha dicho tanto y sin embargo aún no es suficiente. Nos ha sucedido que luego de andar mucho descubrimos que ó somos viejos ó el camino sigue y sigue y somos incapaces de ir más allá. Ese techo que te cubre no es absoluto te lo has ganado ó será que por azar termina allí arriba de tu cabeza. En cuanto a la tarima nos subimos experimentamos esa nostalgía tan íntima de no saber qué hacer allí arriba, pero el fanatísmo nos invitó a seguir ebrios de serenidad hablando de lo injusto que es el mundo con nosotros y de plano alentando a la gente a creer que la pobreza es cosa contagiada por la relatividad y que hay que despreciar el dinero y no a los ricos.