lunes, 24 de febrero de 2014

Justos y pecadores

Por César Vélez

César un día nos contó esto:

Un día un buen samaritano se encontró un billete de alta denominación, fue a donde el Pastor para consultar qué hacer con el dinero, el Pastor le convido a hacer caridad "ve y a la primera persona necesitada se lo regalas" dijo. Obediente el samaritano se fue y en eso vio en la calle a una alma casi desnuda, era una Trabajadora Sexual, se aproximó alargándole el billete y le dijo "dice el Pastor que..." la chica no le dejo terminar la oración y con furia le insistió "dile al desgraciado que a él le cobro eso por ser cliente antiguo, pero que para los nuevos clientes no hay descuento".