miércoles, 12 de febrero de 2020

Los rebeldes ya no contamos pétalos sino piernas desnudas que se abren con cosquillas o con el amor mentiroso y confiado, dulce y vociferado

Los Indomables

Acreditamos nuestras poses defensivas, ¡estamos perdidos no salvados!

Relegados, pero dispuestos a evitar el caos, reproducirnos sería pecado.

Contamos las balas pasadas y las heridas.

Fascinamos a las pérdidas almas enclenques en cuerpos fatales de señoritas cuyo vello púbico sigue sin mover el viento y aprendemos de sendas putas licenciadas.

El poema exacto para entrar a donde siempre hemos querido.