- Yo solo soy el mensajero - advertía aquel hombre., - luego vendrá el verdadero - insistía.
Y si fuésemos nosotros los tripulantes de este planeta que en realidad se presentase como una nave, y si hubiere algún destino programado?.
Si todo esto fuese no más que un pretexto para cumplir una misión encomendada.
Venimos a ser historia pasada, en tanto frente al universo somos reliquias evolucionadas, vestigios de un pasado violento y quizá fatal, cargamos en nuestros cuerpos esquemas hereditarios muy antiguos que servirán para una nueva evolución que signifique quizá nuestra inminente desaparición.