La forma y el contenido son características de la materia, no puede ser que también a la hora de la muerte se conserven, por eso quizá la energía no puede envejecer,ni morir solo trasformarse.
Hay todavía tantos fenómenos que no comprendemos y que se suceden por el rigor de las fuerzas, por la misma razón que conlleva su ciclo o su involuntaria presencia. La humanidad vive en función de la idea de que un día será el fin. Intenta cubrir todas las posibles causas, entre tanto dedica sus esfuerzos en intentar develar el origen de la vida y el qué hay luego de la muerte, pero en ambos sentidos al parecer su esfuerzo es vano porque la nada es difícil de asimilar y hallarse con algo sin una explicación frustra el orgullo humano.
Somos creadores de creadores y cada vez necesitamos más materia prima para crear una realidad que nos llene aunque la idea de tranquilidad solo nos aborde en el sueño y la muerte.