Unos nacen sin saber qué es la vida, sin embargo no les queda otra manera sino seguir adelante, pero no pueden hacerlo por si solos, tienen que tener a alguien quien les alimente y les cuide, caso contrario la sentencia máxima es la desaparición.
Acaso esas personas ¿tendrán una siguiente oportunidad?
La vida tiende a la naturaleza, se alimenta de ella y le usa para edificarse en medio de un mundo que también impera con violencia. A veces la vida surge en medio de la inclemencia, a veces la muerte surte su poder en medio de la adversidad y por lo menos sugiere con justicia castigar a quien ejerce su fuerza a voluntad y oprime.
Históricamente la muerte ha sido vista como una reliquia ofrendada a los dioses y es acogida como símbolo de purificación. Aunque al hablar de rito suele darse también la noción de que existe un ejecutor y por tanto un culpable. La humanidad segmento su credo, su raza y hasta su pensamiento y señalo a su prójimo como perteneciente a una escala inferior le convido a ser esclavo y a servir y también a morir por su mano ya que había un derecho soberano que mandaba a gobernar sobre los seres de la tierra.