En el análisis del mundo nos encontramos con variables de difícil control, la velocidad por una parte no podemos estimar hasta dónde sea posible incrementar, la luz de la que tenemos ya idea a que velocidad viaja y de la cual es consciente nuestro cerebro nos da una idea de que aún existe la posibilidad de que nuestro propio pensamiento se mueva a una increíble velocidad.
Bien en este mundo podría coexistir una nueva dimensión que se este moviendo a una velocidad tal que en ningún momento nos estorbaría, ni pudiera ser divisada.
Ocurre que la luz es comparable con la vida, en el sentido de que la oscuridad es vista como símbolo de miedo, de ocultismo, de ausencia o soledad. También el movimiento es una cualidad de la vida y por lo tanto la muerte en primera instancia es sinónimo de que la luz se apaga y de paso el movimiento cesa.