Comité Experimental
Controvertimos el sentido de la perfección, de la exactitud, de la razón plena. Por qué será que para los sensibles la vida es una tragedia y para los que razonan la vida aparece como una comedia. Nosotros creímos tener la sartén por el mango y convencer y agradar: nada más crudo que esta realidad que parádojicamente nos condeno a ser distintos.
Es que si le dices a un rico que deje de serlo te mira como una amenaza, ahora comprendemos al Profeta Jesús cuando en el huerto clama "Padre por qué me has abandonado". Nosotros convertimos la nada en todo, pero no para triunfar "comercialmente" sobre otros, la nada te anestesia, te provoca naúseas, te inhibe, te adula, te calma la vergüenza de no figurar, de ser cada vez menos. Como un calvo con un peine sin nada que peinar, un licor sin alcohol ó un pollo sin huevo.
Intentamos todo convertirlo en nada, hasta el oro, y de esta manera dedicarnos a lo elemental que es vivir y así encontraremos que el desapego es bueno. Las pasiones, los orgullos, los complejos, entonces desaparecerán y tendremos a nuestra disposición el factor más conveniente para obtener índices de felicidad y regocijo.