Por: Yania Salazar
El notable predominio de enfermedades al parecer derivadas de transtornos de tipo psicológico en la época actual y el auge de circunstancias notables como la violencia del medio sirve de base a las entidades para adoptar medidas en cuanto a salud psicológica se refiere.
Son motivo de consulta frecuente dolores referidos que ante el profesional de la salud tienen un diágnostico solamente luego de haber realizado un sin número de exámenes que por lo general no son necesarios y que remiten al Médico a un concepto errado.
Transtornos como el de estrés post-traumático desencadena en el individuo síntomas como tensión alta, taquicardía, fiebre, debilidad y dolores articulares. En el caso del tratamiento de adicciones la etapa de ansiedad trae secuelas tales como vómitos, erupciones en la piel, insomnio, rígidez en articulaciones, y depresión. La esquizofrenia produce eventos como delirios, mareos, dolores de cabeza, fiebre y convulsiones. Todos los síntomas señalados puede que confundan el diágnostico y se esté tratando una enfermedad que al parecer solo esta en la mente del paciente, algo así como una persona hipocondriaca esta predispuesta a obsecionarse con una presunta enfermedad, caso similar al del transtorno bipolar y conversivo.
Esto sin duda es preocupante porque supone una pérdida de tiempo valioso tanto para el paciente como el Médico tratante y es evidente que un retraso en el diágnostico repercute en un oportuno e ideal tratamiento a fin de mejorar las condiciones tanto de la persona aquejada por la enfermedad como las personas que la rodean.