Siempre habrá algo mejor.
Aullé como el típico lobo solitario que era y en mi vida solo el papel y el lápiz eran baratos. A pesar de haber sido capacitado en el manejo de explosivos tiré todo al canasto y elegí la vida civil, en donde miles de corazones explotaba en el desamor cada día, me hice escritor por imitar a los felices juglares que hacían sus garabatos en las paredes. También elegí la pluma a la espada para no volverme un violento, desarmar un explosivo es tan difícil como convencer a un violento que no cometa el crimen. Todo puede salir mal y hay que desconfiar, en el arte también es así, nunca hallarse confiado con el resultado.