jueves, 23 de julio de 2020

Una alcancía virgen y una pobre mujer llena, a la luz de la consciencia solo las mujeres son capaces de odiar

Emilio Súarez "El Cabo"

¡Para mi vida preciso ser libre de dolor!


No hicimos buenos por una terrible sensación de que el karma actuaba.

Comenzamos a regalar lo que nos sobraba.

Y consolábamos a las mujeres insatisfechas con sus esposos.

Y pagábamos los impuesto a tiempo.

En el fondo solo pudimos odiar a las cosas por atarnos a ellas.

Fuimos prósperos mientras nos duro la vida y luego nos unimos a la locura y desaparecimos de este plano ya no acogíamos como cierta la realidad. 

Teníamos que volver a nacer, pero primero había que morir.