Emilio Suárez "el Cabo"
Disfrutamos cada momento como si fuese el último.
A la una de la mañana llega el César con un alboroto.
Una chica empieza a lamer la palma de mi pie, me provoca
cosquillas.
Yo tengo sueño y no ganas de sexo.
El César esta vomitando hasta lo que no se ha comido.
Enciendo la televisión, no tengo ganas de nada, miro a
las mujeres desnudas y no me provocan placer sino lastima,
se pasean por cada habitación, deben haber hallado algo
para robar o algo de comer.
Ya amanece, el César me ilustra sobre las virtudes de cada
mujer que desfila en traje de Eva, unas están ebrias, las
otras drogadas.
Esta vida no durará para siempre.