jueves, 16 de julio de 2020

El enemigo yace en uno mismo, el miedo solo es una oportunidad disfrazada, lo que el primer disparo sugiere

Emilio Súarez "El Cabo"

Hemos visto la realidad, y no nos pareció, moriremos.

Es una emboscada y no propiamente de amor.

César espía por la ventana, señala con los dedos indicando diez, aprisa marco el teléfono de un amigo y a una señal le advierto que estamos en problemas, cuelgo cuando la línea telefónica se suspende. No sé lo que me pasa tantas veces en combate y ahora siento un frío subir por la espalda, trato de respirar, el César examina si hay luz, no hay, el silencio es cómplice y la idea es arrastrarnos hasta afuera y tratar de salir por atrás, sin ruido lo hacemos cuando la puerta es atacada con violencia y afanamos, una retahíla de luces comienzan a verse y de pronto un fogonazo, el frío en mi espalda se convierte en calor, en fiebre, César salta el muro y yo soy incapaz, creo ser capaz de ganar el techo pero mi amigo desde el otro lado me afana, apoyado en un madero logro esquivar el muro y solo a unas cuadras recupero el aliento y alcanzo a comprender que no era nuestra hora.