Pero subsiste la posibilidad de que seamos muy diminutos ante todo el universo, quizá allá afuera alguien debe buscarnos no con telescopios, sino con microscopios.
Si la vida no es nada, tampoco es nada la muerte.
Tampoco sabemos si esto de unirnos fue una idea correcta, a veces un solo individuo tiene más privilegios que toda la comunidad, y tiene la libertad para explorar, para moverse para idealizar su mundo, en cambio ahora la sociedad ha impuesto tanto a hombres como mujeres la idea de que tienen que aliarse y perfilar necesariamente una familia, que actúa como la célula de una sociedad, pero que a fin de cuentas es solo un conjunto de rutinas que se observa se vienen repitiendo hasta el cansancio y el hastío.
En algún momento de la evolución fue necesaria la independencia.
La muerte puede que sea el logro de la libertad absoluta.